La estrategia básica del metabolismo es formar
ATP, poder reductor y
precursores para la biosíntesis.
Revisemos brevemente estos temas centrales:
El ATP es la unidad biológica
universal de energía. El elevado potencial para transferir grupos fosforilos
capacita al ATP para ser utilizado como fuente de energía en la contracción
muscular, transporte activo,
amplificación de señales y
biosíntesis.
El ATP se genera en la oxidación
de moléculas combustibles, como glucosa, ácidos grasos y aminoácidos. El intermediario común en la mayoría de estas
oxidaciones es el acetil-CoA. Los carbonos del fragmento acetilo se oxidan
completamente a CO2 en el ciclo del ácido cítrico, con formación simultánea de
NADH y FADH2, que transfieren sus electrones de elevado potencial a la cadena
respiratoria, con formación final de ATP.
La glucólisis es otro proceso generador de
ATP, pero la cantidad que se forma es mucho menor que en la fosforilación
oxidativa (2 vrs. 30 0 32 ATP‘s). Sin embargo, la glucólisis puede transcurrir
rápidamente durante un corto tiempo en condiciones anaeróbicas, mientras que la fosforilación oxidativa
requiere del suministro continuado de O2.
Ilustración
47Estrategias Metabólicas de los Seres Vivos
Existen dos
principios importantes en el metabolismo; El metabolismo puede dividirse en
tres categorías principales:
Catabolismo: Procesos relacionados con la
degradación de las sustancias complejas.
Anabolismo: Procesos relativos fundamentalmente a
la síntesis de moléculas orgánicas complejas.
Anfibolicas: Doble función (catabólica y
anabólica).
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Según la importancia:
En función de la participación en las reacciones metabólicas del
organismo en su conjunto, los nutrientes pueden ser:
Nutrientes no
esenciales
Los que no son
vitales para el organismo y que, bajo determinadas condiciones, se sintetizan a
través de moléculas precursoras (generalmente, nutrientes esenciales). Por
tanto, el organismo no necesita el aporte regular de las mismas a condición de
que obtenga las sustancias precursoras de su medio ambiente. Estas son
producidas por el metabolismo del organismo.
Los que son vitales para el
organismo, dado que no los puede sintetizar. Es decir, son las sustancias que
de forma ineludible se tienen que obtener del medio ambiente.
Para los humanos, éstos
incluyen ácidos grasos esenciales, aminoácidos esenciales, algunas vitaminas y
ciertos minerales. El oxígeno y el agua también son esenciales para la
supervivencia humana, pero generalmente no se consideran nutrientes cuando se
consumen de manera aislada. Los humanos pueden obtener energía a partir de una
gran variedad de grasas, carbohidratos, proteínas y etanol y pueden sintetizar
otros compuestos (por ejemplo, ciertos aminoácidos) a partir de nutrientes
esenciales.
Los nutrientes tienen una
función significativa sobre la salud, ya sea benéfica o tóxica. Por ejemplo, el
sodio es un nutriente que participa en procesos de equilibrio
hidroelectrolítico cuando se proporciona en cantidades adecuadas. Pero su
aporte excesivo en la dieta puede favorecer la hipertensión arterial.
Según la cantidad de nutrientes:
Micronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas)
Micronutriente
Se requieren en grandes cantidades diarias (habitualmente del
orden de gramos). Estos nutrientes participan como sustratos en los procesos
metabólicos.
Micronutrientes (minerales y vitaminas)
Micronutriente
Se requieren en pequeñas cantidades (habitualmente en cantidades
inferiores a miligramos). Estos nutrientes participan en el metabolismo como
reguladores de los procesos energéticos, pero no como sustratos.
Los conocidos como micronutrientes son una serie de
sustancias químicas de carácter orgánico e inorgánico que, pese a no aportar
valor energético a nuestro organismo, son esenciales para su correcto
funcionamiento. A diferencia de los macronutrientes, los necesitamos en
cantidades muy pequeñas, del orden de miligramos e incluso microgramos. En
función de su naturaleza podemos hablar de micronutrientes orgánicos
(vitaminas) e inorgánicos (los minerales).
La ingesta de estas sustancias es fundamental para que se
produzcan los diferentes procesos metabólicos y bioquímicos del organismo, y en
consecuencia para el buen funcionamiento del cuerpo humano. El déficit o
carencia de alguno de estos micronutrientes puede acarrear deficiencias en el
crecimiento, en el desarrollo de las funciones cognitivas y fisiológicas,
además de provocar inmunodeficiencias y otro tipo de problemas. Pero es
importante señalar que un exceso de los mismos también afectará de forma
negativa a nuestra salud, algo que pone de relieve la enorme importancia de
estas sustancias catalizadoras del metabolismo.
En ocasiones su
demanda es tan pequeña que no necesitamos ingerirlos diariamente, como es el
caso de la vitamina A, la vitamina D o la vitamina B12. Aunque variados
(como veremos a continuación), destacan por su enorme importancia tres de estos
micronutrientes: la citada vitamina A, el hierro y el yodo.
Los dos primeros se obtienen normalmente a través de la ingesta de alimentos,
el hierro puede estar presente en los alimentos en el orden de miligramos,
mientras que la demanda de vitamina A es tan escasa como importante (está
presente en los alimentos en un orden de microgramos). En el caso del yodo su
presencia en los alimentos es también del orden de microgramos y, como señala
Unicef, debido a una cada vez menor presencia de yodo en los suelos del
planeta, debe ser adicionado a los alimentos de consumo básico, especialmente a
través de la sal yodada.
Según su función:
Energéticos
Los que sirven de sustrato metabólico para obtener energía, con el
fin de que el organismo pueda llevar a cabo las funciones necesarias. Por
ejemplo, las grasas (lípidos) y los glúcidos.
Plásticos o estructurales
Los que forman la estructura del organismo. También permiten su
crecimiento. Por ejemplo, las proteínas, los glúcidos, ciertos lípidos
(colesterol), y algunos elementos minerales tales como calcio, fósforo, etc.
Reguladores
Los que controlan las reacciones químicas del metabolismo. Los
nutrientes reguladores son las vitaminas y algunos minerales
(sodio, potasio, etc.).
Carbohidratos
Los carbohidratos son azúcares integrados por monosacáridos. Los
carbohidratos son clasificados por el número de unidades de azúcar:
monosacáridos (tales como la glucosa, la fructosa y la galactosa), disacáridos
(tales como la sacarosa, lactosa y maltosa) y polisacáridos (tales como el
almidón, el glucógeno y la celulosa). Los carbohidratos brindan energía por más
tiempo que las grasas.
Proteínas
Las proteínas son compuestos orgánicos que consiste en aminoácidos
unidos por enlaces pepiticos. El organismo no puede fabricar alguno de los
aminoácidos (llamados aminoácidos esenciales). Las proteínas crean enzimas,
queratina, energía, anticuerpos, aumenta el sistema inmune y ayudan al
crecimiento y desarrollo celular. En nutrición, las proteínas son degradadas
por la pepsina, hasta aminoácidos libres, durante la digestión.
Bibliografia
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