PERFILES DE FLUJO
Un fluido se desplaza en el interior de un tubo cuando la presión
en el inicio es superior a la existente al final del tubo, moviéndose desde una
zona de mayor presión a una de menor presión. El flujo o caudal depende
directamente del gradiente o diferencia de presión entre esos dos puntos e
inversamente de la resistencia, en una relación similar a la de Ohm para los
circuitos eléctricos.
Tipos de flujo:
Flujo laminar: En condiciones fisiológicas el tipo de flujo mayoritario es el
denominado fllujo en capas o laminar, El fluido se desplaza en láminas
coaxiales o cilíndricas en las que todas las partículas se mueven sin excepción
paralelamente al eje vascular. Se origina un perfil parabólico de velocidades
con un valor máximo en el eje o centro geométrico del tubo. En el sistema
vascular los elementos celulares que se encuentran en sangre son desplazados
tanto más o fuertemente hacia el centro cuanto mayor sea su tamaño.
Flujo turbulento. E la circulación sanguínea en regiones con curvaturas
pronunciadas, en regiones estrechadas o en bifurcaciones, con valores por
encima de 400, aparecen remolinos locales en las capas limítrofes de la
corriente. Cuando se llega a 2000- 2400 el flujo es totalmente turbulento.
Aunque la aparición de turbulencias no es deseable por el riesgo que tienen de
producir coágulos sanguíneos, se pueden utilizar como procedimientos
diagnósticos, ya que mientras el flujo laminar es silencioso, el turbulento
genera ruidos audibles a través de un estetoscopio.
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VISCOSIDAD
Uno de los factores que determina la resistencia al movimiento de
los fluidos son las fuerzas de rozamiento entre las partes contiguas del
fluido, las fuerzas de viscosidad.
La viscosidad se define como la propiedad de los fluidos,
principalmente de los líquidos, de oponer resistencia al desplazamiento
tangencial de capas de moléculas. Según Newton, resulta del cociente entre la
tensión de propulsión o fuerza de cizalladura y el gradiente de velocidad entre
la distintas capas de líquidos.
Los fluidos newtonianos u homogéneos son los que
muestran una viscosidad constante, como el agua, o las soluciones de
electrolitos; por el contrario, los fluidos no newtonianos, o heterogéneos,
presentan una viscosidad variable, es el caso de la sangre que se modifica
dependiendo de las dimensiones del tubo y del tipo de flujo.
Así ha de tenerse en cuenta que la sangre no presenta una viscosidad constante. Al estar formada por células y plasma, las primeras son las responsables principales de la viscosidad sanguínea, y tanto el hematocrito como la velocidad del flujo y el diámetro del vaso modifican la viscosidad de la sangre. A altas velocidades, la viscosidad disminuye al situarse las células preferentemente en el eje central del vaso.
Bibliografia
Así ha de tenerse en cuenta que la sangre no presenta una viscosidad constante. Al estar formada por células y plasma, las primeras son las responsables principales de la viscosidad sanguínea, y tanto el hematocrito como la velocidad del flujo y el diámetro del vaso modifican la viscosidad de la sangre. A altas velocidades, la viscosidad disminuye al situarse las células preferentemente en el eje central del vaso.
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