martes, 26 de febrero de 2019

Resistencia, estructura de los músculos y huesos


La resistencia es la tendencia de un material a resistir el flujo de corriente y es específica para cada tejido, dependiendo de su composición, temperatura y de otras propiedades físicas.  Cuanto mayor es la resistencia (R) de un tejido al paso de la corriente, mayor es el potencial de transformación de energía eléctrica en energía térmica (P) como se describe por la ley de Joule 
P= I2 x R. 
La resistencia de los tejidos humanos al paso de una corriente es muy variable; en la Tabla 2 podemos ver la relación de menor a mayor resistencia.  Los nervios, encargados de transmitir señales eléctricas, los músculos, y los vasos sanguíneos con su alto contenido en electrolitos y agua son buenos conductores. Los huesos, los tendones y la grasa tienen una gran resistencia y tienden a calentarse y coagularse antes que transmitir la corriente. 
La piel es la primera resistencia al paso de la corriente al interior del cuerpo. Gran parte de la energía es disipada por la piel produciendo quemaduras, pero evitando lesiones profundas más graves a las esperadas si se aplicara directamente sobre los tejidos profundos. La piel presenta pues la primera barrera al paso de corriente, y su resistencia puede variar desde 100 ohmios en las membranas mucosas, hasta 1000.000 de ohmios /cm2 en unas palmas callosas. El sudor puede reducir la resistencia de la piel a 2500-3000 ohmios. La inmersión en agua la reduce de 1500 a 1200 ohmios, por lo que pasaría mayor cantidad de corriente eléctrica a través del cuerpo presentándose en estos casos parada cardiaca sin que se aprecien quemaduras en la superficie de la piel, como es el caso de electrocución en la bañera.  Al bajar la resistencia de la piel, una corriente de bajo voltaje puede convertirse en una amenaza para la vida. (Cobo, 2012)

ESTRUCTURA DE LOS MÚSCULOS
ESTRUCTURA MACROSCÓPICA: En el corte transversal de un músculo diseccionado, y al que se ha separado del tejido adiposo subcutáneo, podemos distinguir, de fuera hacia dentro, los siguientes tejidos:
EPIMISIO: También denominado aponeurosis o perimisio externo, que es una capa de tejido conjuntivo de color blanco transparente que envuelve al músculo – PERIMISIO O PERIMISIO INTERNO: Vaina de tejido conjuntivo que envuelve a cada fascículo muscular (alrededor de 150 fibras) – ENDOMISIO: Capa de tejido conjuntivo que rodea a la fibra o célula muscular.
Podemos distinguir cuatro tipos de fibras musculares en función de su disposición dentro del fascículo muscular: – Fibras que recorren todo el fascículo muscular – Fibras musculares que se extienden desde los tendones de origen pero no llegan a la inserción, por lo que se continúan con tejido conectivo, el cual tiene un objetivo funcional – Fibras que salen de la inserción pero no llegan al origen, por lo que también se continúan con tejido conectivo – Fibras musculares que no llegan a ninguno de los extremos del fascículo muscular y, por tanto, la importancia funcional del tejido conectivo es aún mayor
ESTRUCTURA MICROSCÓPICA: – SARCOLEMA: Membrana elástica y delgada que rodea a la fibra muscular. – SARCOPLASMA: Corresponde al protoplasma de cualquier célula – Núcleos: La fibra muscular es polinucleada, situándose éstos en la periferia, junto al sarcolema, aumentando así su funcionalidad –MIOFIBRILLAS: constituyen el elemento contráctil de la célula y son los que confieren el aspecto estriado a la fibra muscular. –Mitocondrias – Proteínas solubles  – Gránulos de glucógeno – Glóbulos de grasa – Compuestos fosfatados – Ribosomas: orgánulos que intervienen en la síntesis de proteínas – Aparato de Golgi: su función se relaciona con el almacenamiento y preparación para su secreción de sustancias no utilizables por la célula

– Lisosomas: vesículas que contienen enzimas digestivas y que actúan degradando los cuerpo orgánicos que ingresan en el protoplasma – Retículo sarcoplásmico –Sistema sarcotubular o sistema Tubular T: es un sistema de tubos transversales que atraviesan la fibra muscular de un lado a otro. También denominados Túbulos T –Tríada: se llama así al conjunto formado por dos cisternas terminales adyacentes separadas por un túbulo T.
ESTRUCTURA ULTRAMICROSCÓPICA: Cada célula o fibra muscular contiene un número variable de entre 500 y 3000 miofibrillas.
Con el microscópico electrónico se puede llevar a cabo el estudio de la estructura de las miofibrillas.
En las primeras observaciones, se distinguieron en las miofibrillas una serie de zonas de distinta coloración y algunas líneas que las atraviesan. Posteriormente se pudo llegar a aislar la unidad funcional contráctil de las miofibrillas a la que se denominó sarcómero. El sarcómero es la unidad contráctil más pequeña y es la porción de una miofibrilla comprendida entre dos líneas o discos Z. En él podemos distinguir: – Dos hemidiscos I: isótropos, es decir, permiten el paso de la luz polarizada.- Un disco o banda A: anisótropa, que no permite el paso de la luz polarizada.
Está formado por los filamentos gruesos o filamentos de miosina, así como por los extremos de los filamentos de actina cuando se superponen a la miosina. Dentro de la banda A, encontramos una zona más clara denominada zona H, constituida únicamente por filamentos de miosina y, por tanto, es de menor densidad – Línea M Dos líneas o discos Z Dando un corte transversal al sarcómero, encontramos la siguiente ordenación:
 – A nivel de la banda I, los filamentos finos de actina poseen una organización geométrica hexagonal  – A nivel de la banda A, en la zona donde se superponen los filamentos finos y gruesos, entre sí también se configuran de forma hexagonal
– A nivel de la zona H, encontramos que los filamentos gruesos de miosina también se organizan siguiendo la misma forma geométrica
Ilustración 60; Estructura histológica del músculo

HUESOS:
Cada vez que usted camina, se acomoda en una silla o abraza a su hijo, utiliza los huesos, los músculos y las articulaciones. Sin estas importantes partes del cuerpo, usted no podría ponerse de pie, caminar, correr ni tan rápido.
LOS HUESOS Y QUÉ HACEN
De pies a cabeza, los huesos proporcionan sostén a nuestro cuerpo y ayudan a darle forma. El cráneo nos protege el cerebro y nos conforma la cara. La médula espinal, un canal de intercambio de mensajes entre el cerebro y el cuerpo, está protegida por la columna vertebral o espina dorsal. Las costillas forman una cámara que alberga el corazón, los pulmones, el hígado y el bazo, y la pelvis ayuda a proteger la vejiga, los intestinos y, en las mujeres, los órganos reproductores.Aunque son muy ligeros, los huesos son lo suficientemente fuertes para soportar todo nuestro peso.
El esqueleto humano consta de 206 huesos, que empiezan a desarrollarse antes del nacimiento. Inicialmente, cuando el esqueleto se empieza a formar, está compuesto de cartílago flexible, pero en pocas semanas comienza el proceso de osificación. La osificación consiste en que el cartílago es sustituido por duros depósitos de fosfato de calcio y elástico colágeno, los dos principales componentes de los huesos.
Este proceso se completa en aproximadamente 20 años. Los huesos de niños y adolescentes son más pequeños que los de los adultos y contienen "cartílago de crecimiento", también conocido como "placa de crecimiento" o "placa epifisaria". Estas placas están compuestas por columnas de células cartilaginosas que se multiplican, creciendo en longitud y convirtiéndose, más adelante, en hueso mineralizado y duro.
Estas placas de crecimiento son fáciles de detectar en las radiografías. Dado que las niñas maduran antes que los niños, sus placas de crecimiento se transforman en hueso duro a una edad más temprana.



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