La resistencia es la tendencia de un material a resistir el flujo
de corriente y es específica para cada tejido, dependiendo de su composición,
temperatura y de otras propiedades físicas. Cuanto mayor es la
resistencia (R) de un tejido al paso de la corriente, mayor es el potencial de
transformación de energía eléctrica en energía térmica (P) como se describe por
la ley de Joule
P= I2 x R.
La resistencia de los tejidos humanos al paso de una corriente es
muy variable; en la Tabla 2 podemos ver la
relación de menor a mayor resistencia. Los nervios, encargados de
transmitir señales eléctricas, los músculos, y los vasos sanguíneos con su alto
contenido en electrolitos y agua son buenos conductores. Los huesos, los
tendones y la grasa tienen una gran resistencia y tienden a calentarse y
coagularse antes que transmitir la corriente.
La piel es la primera resistencia al paso de la corriente al
interior del cuerpo. Gran parte de la energía es disipada por la piel
produciendo quemaduras, pero evitando lesiones profundas más graves a las
esperadas si se aplicara directamente sobre los tejidos profundos. La piel
presenta pues la primera barrera al paso de corriente, y su resistencia puede
variar desde 100 ohmios en las membranas mucosas, hasta 1000.000 de ohmios /cm2 en
unas palmas callosas. El sudor puede reducir la resistencia de la piel a
2500-3000 ohmios. La inmersión en agua la reduce de 1500 a 1200 ohmios, por lo
que pasaría mayor cantidad de corriente eléctrica a través del cuerpo
presentándose en estos casos parada cardiaca sin que se aprecien quemaduras en la
superficie de la piel, como es el caso de electrocución en la bañera. Al
bajar la resistencia de la piel, una corriente de bajo voltaje puede
convertirse en una amenaza para la vida. (Cobo, 2012)
ESTRUCTURA DE LOS
MÚSCULOS
ESTRUCTURA MACROSCÓPICA: En el corte transversal de un
músculo diseccionado, y al que se ha separado del tejido adiposo subcutáneo,
podemos distinguir, de fuera hacia dentro, los siguientes tejidos:
– EPIMISIO: También denominado aponeurosis o perimisio externo, que es una capa de tejido conjuntivo de color blanco transparente que envuelve al músculo – PERIMISIO O PERIMISIO INTERNO: Vaina de tejido conjuntivo que envuelve a cada fascículo muscular (alrededor de 150 fibras) – ENDOMISIO: Capa de tejido conjuntivo que rodea a la fibra o célula muscular.
– EPIMISIO: También denominado aponeurosis o perimisio externo, que es una capa de tejido conjuntivo de color blanco transparente que envuelve al músculo – PERIMISIO O PERIMISIO INTERNO: Vaina de tejido conjuntivo que envuelve a cada fascículo muscular (alrededor de 150 fibras) – ENDOMISIO: Capa de tejido conjuntivo que rodea a la fibra o célula muscular.
Podemos distinguir
cuatro tipos de fibras musculares en función de su disposición dentro del
fascículo muscular: – Fibras que recorren todo el fascículo muscular – Fibras
musculares que se extienden desde los tendones de origen pero no llegan a la
inserción, por lo que se continúan con tejido conectivo, el cual tiene un
objetivo funcional – Fibras que salen de la inserción pero no llegan al origen,
por lo que también se continúan con tejido conectivo – Fibras musculares que no
llegan a ninguno de los extremos del fascículo muscular y, por tanto, la
importancia funcional del tejido conectivo es aún mayor
ESTRUCTURA MICROSCÓPICA: – SARCOLEMA: Membrana elástica y delgada que rodea a la fibra muscular. – SARCOPLASMA: Corresponde al protoplasma de cualquier célula – Núcleos: La fibra muscular es polinucleada, situándose éstos en la periferia, junto al sarcolema, aumentando así su funcionalidad –MIOFIBRILLAS: constituyen el elemento contráctil de la célula y son los que confieren el aspecto estriado a la fibra muscular. –Mitocondrias – Proteínas solubles – Gránulos de glucógeno – Glóbulos de grasa – Compuestos fosfatados – Ribosomas: orgánulos que intervienen en la síntesis de proteínas – Aparato de Golgi: su función se relaciona con el almacenamiento y preparación para su secreción de sustancias no utilizables por la célula
ESTRUCTURA MICROSCÓPICA: – SARCOLEMA: Membrana elástica y delgada que rodea a la fibra muscular. – SARCOPLASMA: Corresponde al protoplasma de cualquier célula – Núcleos: La fibra muscular es polinucleada, situándose éstos en la periferia, junto al sarcolema, aumentando así su funcionalidad –MIOFIBRILLAS: constituyen el elemento contráctil de la célula y son los que confieren el aspecto estriado a la fibra muscular. –Mitocondrias – Proteínas solubles – Gránulos de glucógeno – Glóbulos de grasa – Compuestos fosfatados – Ribosomas: orgánulos que intervienen en la síntesis de proteínas – Aparato de Golgi: su función se relaciona con el almacenamiento y preparación para su secreción de sustancias no utilizables por la célula
–
Lisosomas: vesículas que contienen enzimas digestivas y que actúan degradando
los cuerpo orgánicos que ingresan en el protoplasma – Retículo sarcoplásmico
–Sistema sarcotubular o sistema Tubular T: es un sistema de tubos transversales
que atraviesan la fibra muscular de un lado a otro. También denominados Túbulos
T –Tríada: se llama así al conjunto formado por dos cisternas terminales
adyacentes separadas por un túbulo T.
ESTRUCTURA ULTRAMICROSCÓPICA: Cada célula o fibra muscular contiene
un número variable de entre 500 y 3000 miofibrillas.
Con el microscópico electrónico se
puede llevar a cabo el estudio de la estructura de las miofibrillas.
En las primeras observaciones, se
distinguieron en las miofibrillas una serie de zonas de distinta coloración y
algunas líneas que las atraviesan. Posteriormente se pudo llegar a aislar la
unidad funcional contráctil de las miofibrillas a la que se denominó sarcómero. El sarcómero es la unidad contráctil más pequeña y es la porción
de una miofibrilla comprendida entre dos líneas o discos Z. En él podemos
distinguir: – Dos hemidiscos I: isótropos, es decir, permiten el paso de
la luz polarizada.- Un disco o banda A: anisótropa, que no permite el
paso de la luz polarizada.
Está formado por los filamentos
gruesos o filamentos de miosina, así como por los extremos de los
filamentos de actina cuando se superponen a la miosina. Dentro de la banda A,
encontramos una zona más clara denominada zona H, constituida únicamente
por filamentos de miosina y, por tanto, es de menor densidad – Línea M –
Dos líneas o discos Z Dando un corte transversal al sarcómero, encontramos la siguiente ordenación:
– A nivel de la banda I, los filamentos finos
de actina poseen una organización geométrica hexagonal – A nivel de la banda A, en la zona donde se
superponen los filamentos finos y gruesos, entre sí también se configuran de
forma hexagonal
– A nivel de la zona H, encontramos que los filamentos gruesos de miosina también se organizan siguiendo la misma forma geométrica
– A nivel de la zona H, encontramos que los filamentos gruesos de miosina también se organizan siguiendo la misma forma geométrica
Ilustración 60; Estructura histológica del músculo
HUESOS:
Cada vez que usted camina, se acomoda en una silla o abraza a su
hijo, utiliza los huesos, los músculos y las articulaciones. Sin estas
importantes partes del cuerpo, usted no podría ponerse de pie, caminar, correr
ni tan rápido.
LOS HUESOS Y QUÉ HACEN
De pies a cabeza, los huesos proporcionan sostén a nuestro cuerpo
y ayudan a darle forma. El cráneo nos protege el cerebro y nos conforma la
cara. La médula espinal, un canal de intercambio de mensajes entre el cerebro y
el cuerpo, está protegida por la columna vertebral o espina dorsal. Las
costillas forman una cámara que alberga el corazón, los pulmones, el hígado y
el bazo, y la pelvis ayuda a proteger la vejiga, los intestinos y, en las
mujeres, los órganos reproductores.Aunque son muy ligeros, los huesos son lo suficientemente
fuertes para soportar todo nuestro peso.
El esqueleto humano consta de 206 huesos, que empiezan
a desarrollarse antes del nacimiento. Inicialmente, cuando el esqueleto se
empieza a formar, está compuesto de cartílago flexible, pero en pocas semanas
comienza el proceso de osificación. La osificación consiste en que el cartílago
es sustituido por duros depósitos de fosfato de calcio y elástico colágeno, los
dos principales componentes de los huesos.
Este proceso se completa en aproximadamente 20 años. Los huesos de
niños y adolescentes son más pequeños que los de los adultos y contienen
"cartílago de crecimiento", también conocido como "placa de
crecimiento" o "placa epifisaria". Estas placas están compuestas
por columnas de células cartilaginosas que se multiplican, creciendo en
longitud y convirtiéndose, más adelante, en hueso mineralizado y duro.
Estas placas de crecimiento son fáciles de detectar en las
radiografías. Dado que las niñas maduran antes que los niños, sus placas de
crecimiento se transforman en hueso duro a una edad más temprana.
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