Ley de Stokes
Se refiere a la fuerza de fricción
experimentada por objetos esféricos moviéndose en el seno de un fluido viscoso en un régimen laminar de bajos números de Reynolds.
Relaciones entre el flujo, la
presión y la resistencia. Ley de Poiseuille
En flujos laminares que se desarrollan en tubos
cilíndricos, se pueden deducir las relaciones entre la intensidad del flujo, el
gradiente de presión y la resistencia o fuerzas de fricción que actúan sobre
las capas de envoltura.
La Ley de Poiseuille (o de Hagen-Poiseuille) es
una ecuación hemodinámica fundamental en la que se establece:
8 es el factor que resulta de la integración
del perfil de la velocidad.
Debido a que la longitud de los vasos y la
viscosidad son relativamente constantes, el flujo viene determinado básicamente
por el gradiente de presión y por el radio. De la ecuación representada,
destaca el hecho de que el radio al estar elevado a la cuarta potencia, se
constituye como el factor más importante. Si suponemos un vaso con un flujo de
1 ml/seg al aumentar el diámetro dos veces el flujo pasa a ser de 16 ml/seg, y
si el diámetro aumenta cuatro veces el flujo pasará a ser 256 ml/seg . Por esta
relación se puede justificar el papel preponderante que los cambios en el radio
del conducto juegan en la regulación del flujo sanguíneo.
La ecuación de Poiseuille está formulada para
flujos laminares de fluidos homogéneos con viscosidad constante, sin embargo,
en los vasos sanguíneos estas condiciones no siempre se cumplen; si la
velocidad del flujo es alta o si el gradiente de presión es elevado, se pueden
generar remolinos o turbulencias que modifican el patrón del flujo. Al
producirse turbulencias se necesitarán gradientes de presión mayores para
mantener el mismo flujo.
Propiedades
de la pared vascular
La pared de los vasos sanguíneos está formada
por una capa de células epiteliales, el endotelio, y cantidades variables de
colágeno, elastina y fibras musculares lisas. La capacidad de deformación y
recuperación de un vaso es un factor importante en la hemodinámica.
A través de la pared vascular se mide una
diferencia de presión entre el interior y el exterior, denominada presión
transmural. La presión intravascular se debe a la contracción cardíaca, así
como a la distensión elástica de la pared. La presión exterior es la presión
hidrostática de los líquidos intersticiales y presenta un valor próximo a cero.
Si la presión exterior es superior a la del interior, el vaso se colapsará.
Bibliografia
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